Esta entrada sobre The
Pillbugs estaba preparada para su publicación en Spanish Blogs Dream Team, ya que la época a la
que pertenece esta banda queda bastante distante de la que está asociada este
blog, pero luego pensé que en realidad lo que importa es ser fiel a un sonido concreto, lo
demás importa poco.
Adentrarme en las décadas que van más allá de los 60 y 70
(las de mi infancia y primera juventud) siempre me ha producido una extraña
sensación, mezcla de escepticismo y curiosidad. De vez en cuando me armo de
valor, supero mis vértigos y me sumerjo
en la red en busca de algo que me sorprenda de verdad y disipe mis dudas.
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Mark Mikel, Dan Chalmers, Mark Kelley, Scott Tabner, David Murnen |
Una de esas sorpresas encontradas últimamente tiene nombre
de insecto y se llama
The Pillbugs, un grupo norteamericano formado de Toledo,
(Ohio), cuyo origen se remonta al año 1991. Fue entonces cuando el bajista y compositor
Mark Kelley
llamó por primera vez al vocalista
Mark Mikel y le pidió que formaran una nueva banda.
Kelley trajo al baterista
Dan Chalmers y Mikel trajo al vocalista
Dave Nurnen y
a un guitarrista que eventualmente sería reemplazado hasta cuatro veces hasta
encontrar la combinación perfecta con
Scott Tabner (amigo de ambos). En un
principio adoptaron el nombre de The Mark Mikel Hallucination, y no fue hasta
el año 1998 que lanzaron su primer álbum y pasaron a llamarse definitivamente
The Pillbugs.
El doble álbum que os quiero presentar, “
Buzz For Aldrin” de
2004 es su cuarto lanzamiento de los siete que componen su discografía (el
último, publicado este mismo año). Aquí como en los
trabajos anteriores y posteriores se nota que estos chicos mamaron mucho de los
sesenta y setenta, y lo demuestran practicando un excelente sonido power pop matizado con
dosis exactas de psicodelia y con claras referencias de bandas consagradas de la época, especialmente de The Beatles. Estamos ante un disco brillante, hecho para
paladares exquisitos. Cierto es que aquí The Pillbugs no inventan nada
realmente nuevo, pero mezclan con maestría los ingredientes de antiguas recetas
heredadas de sus maestros, para obtener un resultado espectacular. Un placer para los sentidos
que entra primero por la vista, al contemplar
la excelente portada del artista
Mark Roland, y que luego se
transmite a nuestros oídos al escuchar los temas.
Brillant But Late Advice
Buzz For Aldrin
Good to be Alive
Make Like Arthur Lee