Llevaba algunos años sin escuchar a Los Beatles, a consecuencia del empacho que pillé en mi juventud (allá por los setenta). Un buen día pensé que había transcurrido el tiempo suficiente, y que ya era hora de volver a redescubrirlos. Con algo de temor a llevarme una decepción, conecté mis mejores cascos Pioneer al MP3, y me dispuse a repasar algunos de esos geniales temas que antaño me hicieron llorar de felicidad.
Mientras escuchaba la canción “Dr. Robert” del álbum Revolver, pude comprobar que la magia del grupo seguía intacta, y que a pesar del tiempo transcurrido, su música seguía transmitiéndome las mismas emociones que cuando la descubrí por primera vez.
No tengo ninguna duda en afirmar que The Beatles siguen siendo un fenómeno que no tiene similitud en el universo musical, gracias al trabajo de George Martin, suenan diferente a todo lo conocido. Estos chicos, siguen pillándome por sorpresa cada vez que los escucho, y todavía a estas alturas de mi vida, consiguen ponerme la piel de gallina.
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